7. Una de pedales.

Abandonamos los calores humedos del mar Caspio y nos adentramos en los calores secos de la meseta del interior con el timon de nuestras naves rumbo este!! 

 

Aqui en Iran, si quieres tener un desayuno tranquilo, en soledad...no preguntes a nadie donde puedes comprar pan. Nosotros caimos en la trampa y terminamos montados en un coche recorriendo la ciudad para conseguirlo. Ademas nos regalaron queso y te. El desayuno perfecto para un dia perfecto.

Esta es una zona arida y seca. Hacer kms resulta facil por el buen asfalto y por lo llano del terreno, pero un poco aburrido ya que practicamente no encontramos pueblos. Solo los puestos de venta de miel rompian la monotonia. No fue facil rechazar mas de mil veces los botes de miel que nos querian regalar. Parece coña pero es muy duro!!

De nuevo a darle a los pedales, haber que sucede ahora!! Vaya, esta vez lo que rompio la monotonia fue el primer pinchazo del viaje, ya nos habian advertido de los alambres que hay en los arcenes.

Desmontar cubierta, camara, buscar el pinchazo (facil porque era gigante), pegamento y parche....hasta ahi todo bien, pero la bomba de hinchar estaba muy muy vaga, mas que vaga rota, asi que un buen hombre nos llevo en su camion hasta el siguiente taller. Vuelta a la carretera!!

Hasta que un coche para y te asalta en medio del arcen. Que querran? Lo de siempre, simplemente saludar, echar unas risas, darte su numero de telefono por si tienes un problema e incluso la direccion de su casa, y hasta la de su prima, por si alguna vez pasas por alli.

Cada dia parabamos a cocinar y disfrutar con la gente los "momentos picnic".

Con la tripa gorda despues de nuestras aliadas latas de alubias, al tajo!!

Por un cañon multicolor...

y los habitantes del desierto...

 

Siempre hay tiempo para comerse una buena tajada!

Alguien se pregunta para que tanta lana secandose al sol?

aqui tenemos la respuesta

Entrar a un pueblo aqui en Iran da miedo.

 

En menos de medio minuto teniamos a nuestro alrededor a todos los habitantes de este pueblo, de los mas jovenes a los mas ancianos. 

 

Motos y bicis nos siguieron de tienda en tienda para comprar nuestra comida. Muy amables pero llego a ser un poco estresante, la verdad, hasta que por fin conseguimos un momento de relax.

La jornada comenzo soleada, ciclistas, pastores y ovejas dısfrutando del sol...

pero a media tarde todo cambio. Grises nubarrones y una gran ventolera...

hicieron que buscaramos refugio en una gasolinera, donde nos cedieron un lugar para pasar la noche en el puesto de la cruz roja o de media luna roja de los musulmanes.

Una vez mas, hospitalidad irani!! Eskerrik asko!!