3. Yazd. La ciudad perdida.

Un autobus con aire acondicionado, azafato, zumo, galletitas y frutos secos nos llevo a Yazd. Parece una tonteria pero hacia muuuucho tiempo que no viajabamos en un autobus tan......primer mundo!!

3.000 anios de historia hacen de Yazd una de las ciudades mas antiguas de Iran. Durante sıglos, debido a su ubicacion apartada y de dificil acceso, dentro del desierto, Yazd se mantuvo a salvo de muchas batallas, destruccion y saqueos. Tambien sirvio de refugio para quiıenes huian de otras partes del imperio persa durante las conquistas arabe y la invasion mongola de Gengis Kan.

Su principal atractivo es callejear por su laberinto de callejuelas y casas de adobe, de sombra en sombra, porque aqui en el desierto, en pleno agosto, el colega de arriba pega fuerte. Eso lo saben muy bien los lugarenos, aprovechan lugares tranquilos y frescos donde pasar las horas.

No como el tipico turista, al sol, posando para la tipica foto...

Callejear y callejear, encontrandonos con cosas tipicas de esta ciudad como son los picaportes de las puertas, uno para hombres y otro para mujeres, para asi saber desde dentro quien debe salir a recibir. Cual tocarias tu?

Esta chica lo sabe muy bien, tocaria el de la izquierda!!

No como este gringo perdido que no sabe cual tocar...izquierda, derecha, derecha, izquierda....

esperemos que estos carteles le aclaren un poco las ideas!!

Hemos dicho muchas veces que el calor agudıza el ingenio, por eso los antiguos habitantes de esta zona construyeron chimeneas como estas. Son antiguos sistemas de aire acondicionado, los "bagdir", encargados de recoger la minima brisa de aire y dirigirla al interior de las casas.

Cuando el sol dejo de pegar tan fuerte nos fuimos a ver las "Torres del Silencio", a las afueras de la ciudad. La amabilidad irani llega a tal extremo que el chofer del autobus que cogimos para llegar aqui, una vez que dejo a todos sus pasajeros, se salio de su ruta normal para acercarnos.....y encima ni nos cobro.

Las "torres del silencio" son edificios funerarios de la religion zoroastrica, que consideraba al cadaver humano impuro. Por tanto si este era enterrado, contaminaba al elemento tierra, si era incinerado contaminaba al elemento fuego .Por esta razón los cuerpos eran llevados a las "torres del silencio", donde su carne era devorada por los buitres. Una vez que los huesos estaban blancos, por la intervención de los carroneros, del sol y del viento, eran arrojados al agujero central.

Desde lo alto disfrutamos de la calma, del fresco que anunciaba la fria noche, de la puesta de sol y de las vistas de la ciudad.